jueves, 19 de junio de 2008

MI VIAJE AL PIRINEO DE HUESCA (2)


Día segundo. 6/6/2008.

La Colegiata de Bolea
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Amanecio un hermoso día, fresco, pero despejado de nubes. Cayetano sugirió la noche anterior visitar de camino dos lugares de los que él tenía referencia y además creo que ya hacía años que estuvo visitádolos y lo dejaron impresionado. Yo no los conocía ni tenía mucha noticia de ellos. Se trataba de ver dos joyas del arte aragonés: La Colegiata de Bolea, templo renacentista sorprendente por su tamaño y grandiosidad y el Castillo de Loarre, según algunos el mejor castillo románico que existe.
Hoy os hableré del primero
Tengo que decir que no nos defraudó el paseo ni las visitas. De la primera hay una Asociación de Amigos de la Colegiata de Bolea, que nos facilitó una completa información, que yo os voy a transcribir resumida. Y del segundo también nos proporcionaron información que igualmente os ofrezco.

Al salir de Medinaceli por la autovía continuamos a Zaragoza y Huesca. En Huesca hay que tomar dirección Pamplona por la A-132, a 14 Kms, encontramos Esquedas y enseguida a la derecha tomamos la A-1206 que en 6 Kms nos lleva a Bolea.

Antes de llegar ya vemos en lo alto un edificio que no refleja lo que luego verás en su interior y al que se accede por una cuesta empinada que acaba en la Colegiata. Hay un solar antes de llegar donde debemos dejar el coche y continuar andando unos 100 m.

"La villa de Bolea es la capital del municipio de La Sotonera. Pertenece a la Comarca de la Hoya de Huesca/Plana de Huesca y al “Reino de los Mallos”.

Bolea es un topónimo de origen ibero (sitio elevado), fue la Calagurris Fibularia en la época romana y también fue el último enclave musulmán, denominado Buluya, situado al norte de la ciudad de Huesca, definitivamente conquistado, tras sucesivos intentos, por el rey Pedro I de Aragón en el año 1101.
La Colegiata de Santa María la Mayor

El templo fue Priorato de la Abadía Real de Montearagón, privilegio que mantuvo hasta 1571, fecha en que pasó a formar parte de la Diócesis de Huesca ya con la denominación de Iglesia Colegial: templo de rango elevado con capítulo de canónigos, beneficiados o racioneros que rezaban diariamente, en el coro, el Oficio Divino en gregoriano, asistían a la misa conventual y recaudaban los diezmos y primicias del amplio territorio que dependía de su jurisdicción.

De la fortaleza árabe quedan restos en el torreón, en su basamento y murallas.



La construcción actual está asentada sobre la cimentación del templo románico del siglo XII, del que se conserva la torre-campanario y una cripta bajo el presbiterio.

Arquitectura
La colegiata fue construida entre 1541 y 1559 por el guipuzcoano Pedro de Irazábal. Tomó como ejemplos constructivos la catedral del Salvador (la Seo) de Zaragoza y la catedral de Barbastro. Templo enmarcado en el tránsito del Gótico al Renacimiento.


Tiene planta de salón, cuadrada, con las tres naves de igual altura. Arcos de medio punto. Columnas fasciculadas en la nave central, cilíndricas en el presbiterio y anilladas en el coro. Bóvedas estrelladas de crucería, decoradas con 14 diferentes motivos. Revestimiento integral de los muros interiores con argamasas y yeserías.
La portada manierista de ingreso es obra del escultor Juan-Miguel de Orliens y de su oficial cantero, Juan de Escorz, que la labraron en 1611.


El Retablo Mayor es una obra maestra de la pintura española del Renacimiento.

Realizado entre 1490 y 1503; perteneció, pues, al anterior templo. Constituye una espléndida combinación de 20 tablas pintadas "al temple" y 57 tallas de madera policromada. Se emplean maderas nobles de ciprés, nogal, cerezo y pino de Flandes. El trazado del retablo es gótico.

Su estructura está formada por un amplio banco o predela, un cuerpo con cinco calles y tres pisos y un guardapolvo o polsera que enmarca el conjunto.
Sobresale el tabernáculo-expositor, fina realización en madera policromada de diseño gótico-flamígero, que sirve de peana a la talla central de la Virgen de la Asunción, con marcados rasgos flamencos.
La talla y la decoración del retablo son obra del maestro flamenco, residente en Huesca, Gil de Brabante, que sigue el modelo en talla propuesto por la llamada escuela de Bruselas.
Pero lo verdaderamente excepcional de este retablo lo constituyen las maravillosas pinturas realizadas por el MAESTRO DE BOLEA, pintor anónimo que, en una época todavía gótica en España, utiliza unos rasgos estilísticos en los que se unen dos corrientes:
la Flamenca, por la resolución correctísima del concepto espacial, la aparición del sentimiento en la expresión de los personajes, la representación naturalista al detalle de plantas y arbustos y su rico colorido, totalmente original, destacando la amplia gama de tonos rojos y verdes.
y la Italiana, proviene del Quattrocento, muestra de forma innovadora en Aragón la perspectiva, iluminación y sombreado. El estilo del Maestro de Bolea está vinculado con la obra de Juan de Borgoña y Pedro Berruguete.

Retablo de San Sebastián

Realizado en 1503. Las tallas representan a San Roque, San Nicasio de Reims, San Sebastián, San Blas y San Pedro de Verona, de traza gótico-flamenca, obras de Gil de Brabante. Las siete tablas de la predela fueron pintadas por Pedro de Aponte y Pedro de Dezpiota, a los que se les pide realizarlas tomando como modelo la pintura del retablo mayor.


Retablo de Santiago

Históricamente ha sido atribuido al taller de Damián Forment (1532). Recientes estudios indican que trabajó en la escultura el francés de la región de Picardía, Gabriel Joli. Escultura renacentista de alabastro policromado. En el cuerpo del retablo aparecen las imágenes de Santiago, peregrino; San Juan Bautista y San Miguel. En la predela, la Epifanía, el Descendimiento y el Nacimiento, y en el ático, el Calvario, los 4 evangelistas y dos medallones con el profeta Isaías y el rey David. Capilla decorada al estilo plateresco. En el suelo de este recinto está el osario o fosa común donde se han depositado los restos de personas que fueron enterradas en las tumbas numeradas del pavimento de la colegiata.

Retablos barrocos

Los retablos de la Virgen del Rosario, de la Virgen del Pilar, de San Vicente, de Santa Bárbara y de la Crucifixión, pertenecen a la época barroca (s. XVII-XVIII).

Retablo de Santa Bárbara

De artística y recargada decoración. Están tallados en madera de pino rojo (pino silvestre), con columnas salomónicas, decoración vegetal y mitológica. Los de San Vicente y Santa Bárbara no fueron recubiertos con pan de oro, por lo que se aprecia mejor su magnífica factura.

Coro

Sobrio y elegante, en madera de nogal y roble (c.a. 1500). Lugar donde se reunía el cabildo del templo compuesto por canónigos y racioneros para cantar el Oficio Divino gregoriano y la misa conventual.

Los medallones que aparecen en los reposabrazos de los asientos están decorados con motivos alquímicos como la rosa de Ripley, la flor de lis, el agua, el aire, el fuego, la tierra, la armonía,
“el Bafomet”
El facistol giratorio contiene los cantorales -libros de los salmos- en pergamino (piel de cordero), manuscritos en el siglo XVIII por los monjes de la orden servita del convento de la Trinidad de Bolea.

Organo

Del primer cuarto del siglo XVIII, con 29 registros partidos para bajos y tiples, 1.031 tubos de estaño y plomo y 8 contras de madera. Teclado de 45 notas, con la primera octava “corta”.

Por si a alguien le interesa os dejo la información de la ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA COLEGIATA DE BOLEA , que tan buena labor hacen para su uso y conservación:
C/ Medio, 3
E-22160 BOLEA (Huesca)
Tel. +34649655125
http://www.colegiatadebolea.com/




Espero que os haya sorprendido como a mí.