lunes, 11 de mayo de 2009

PASEO POR LA MANCHA DE CUDAD REAL (4 y final)

VILLANUEVA DE LOS INFANTES.

Es la capital del Campo de Montiel, solar de Santo Tomás de Villanueva y lugar donde murió Quevedo, tiene muchos e importantes monumentos para conocer.

En cuanto a su historia hay que decir que fue la Colonia Antiquaría Augusta en la época romana que se situaba frente al actual santuario de las Angustias.
En tiempos musulmanes aparece con el nombre de Jamila, un poco más a mediodía de la colonia romana, tal vez fundada por una familia judía en el año 716 y conquistada por lo Alfonso VIII en 1213.
Ciudad Real, dentro del Campo de Montiel.
Mandada poblar de nuevo por la Orden de Santiago, fue después declarada del Campo de Montiel por San Fernando.
Lo insano del lugar hace que la población se traslade de Jamila a un lugar llamado La Moraleja, volviendo a la Orden de Santiago hasta que en 1421, el infante de Aragón don Enrique la emancipa y hace independiente. En honor del emancipador y de sus hermanos tomó pues el actual nombre de Villanueva de los Infantes.
Hubo en la villa, a finales del siglo XVI, una cátedra de gramática y retórica en la que explicaron Bartolomé Jiménez Patón, Pedro Simón Abril y enseñó poética Quevedo.
Aquí nació Santo Tomás de Villanueva en 1480, religioso agustino, obispo de Valencia, científico y filósofo, considerado como el último Padre de la iglesia católica, y murió Francisco de Quevedo el 8 de septiembre de 1645.
Es ciudad desde 1895 y aunque cambió el nombre en 1916 por el de Infantes, volvió a recuperar el deVillanueva en 1955 al cumplirse el IV centenario de la muerte de Santo Tomás.
Villanueva es un buen lugar para probar la típica cocina manchega, especialmente huevos a Saporreta, galianos, tiznao y chuletas a la gavilla.
También es lugar de buenos y abundantes vinos de la denominación de origen Mancha, especialmente los blancos.
Nosotros comimos en el Restaurante Jaraíz y podemos dar fe de la buena comida que los manchegos elaboran.
La casualidad ha hecho que la visitaramos en un dia especial ya que como en muchos lugares de La Mancha se celebra aquí la fiesta de los mayos del 30 de abril al primero de mayo, que se continúa con la muy típica de Las Cruces, en la noche del dos al tres de este mes florido.
Y esta fue la que vivimos aunque brevemente por la premura de tiempo.
Este día se instalan las cruces en las casas, ermitas y calles, llegando al número de 20 algunos años. Como aviso de que en un lugar hay una cruz se enciende una hoguera en la puerta que arde todo el tiempo y los mayos recorren las diferentes cruces con sus instrumentos de cuerda, tocando la misma música de los mayos pero con unas letras diferentes, se relata la Pasión de Cristo, a las dedicadas a la Virgen y las mujeres los días anteriores.
Los mayeros y visitantes, en general, son obsequiados con el puñao, que es trigo tostado, anises, palomitas y vino.
Nosotros al volver pronto no pudimos escuchar ningún mayo, aunque visitamos varias cruces, que están custodiadas por mujeres y familiares de los promotores del montaje.
También se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Antigua, patrona de la villa, y la del patrón, Santo Tomás de Villanueva, el 8 y 18 de Septiembre, respectivamente.
La Plaza Mayor es el centro radial para las visitas y ella misma es un magnífico comienzo con su estilo tan homogéneo adquirido en el neoclásico, los arcos de piedra del Ayuntamiento, el balconaje de madera en doble planta y la omnipresencia de la gran iglesia parroquial en uno de sus lados.
Está dedicada a San Andrés y fue construida sobre una ermita que hubo en tiempos de La Moraleja.
El conjunto es de estilo manierista del siglo XVI con la portada central, de 1612, clasicista y enmarcada en un arco, de honda cimbra, de medio punto y grandes proporciones.
En el frontón, partido, se tallan el escudo de los Austrias y la imagen de San Andrés. La torre tiene traza herreriana y fue levantada por Juan Ruiz Hurtado en 1683.
Nosotros no pudimos verla por dentro ya que no abría hasta las 8 y media, hora de la misa y no podíamos esperar-
Nos cuenta mi guía que las bóvedas son de crucería sobre la planta de cruz latina. Entre las capillas, la más antigua es la de los Bustos donde fue enterrado Quevedo; de 1593 es la de los Caballeros de Santiago; de 1668 es la de Santo Tomás y de 1670, la del Santísimo.
Tiene la parroquia una interesante cripta descubierta en 1955 y dedicada a Santo Tomás.
El hospital del Remedio o de Santiago es otro de los monumentos de mayor interés, construido en 1631.
Destaca la capilla del Remedio de estilo barroco, que está aneja al edificio conventual que se halla muy transformado.
La antigua Alhóndiga, que se encuentra en la calle General Ballesteros, es un edificio renacentista del siglo XVI, construido para Casa de Contratación y que luego fue Prisión del Partido, con un magnífico patio de arcos y columnas.
Aquí pudimos entrar y en su patio interior vimos la Cruz de Mayo, allí instalada
Del siglo XVII es la Casa del Arco que se encuentra en la calle Ramón Herrera, mansión solariega de Galache, un virrey de México.
Muy cerca se halla la Casa de los Estudios, también llamada Colegio Menor, que conserva el ambiente del siglo XVI en que fue construida y donde enseñaron los maestros de retórica y gramática antes citados. En ella destaca el patio de bóvedas de arista.
La casa solar de Santo Tomás de Villanueva y el Oratorio, las ruinas del hospital fundado por la madre del santo para recogimiento de viudas pobres y la Casa de la Inquisición, con su pórtico decorado con escudo, forman un corto recorrido de sumo interés.
La iglesia del convento de Santo Domingo, en el que murió Quevedo en 1645, es parte de lo que se salvó cuando la desamortización de Mendizábal, convirtiéndose en escuelas lo que no fue destruido. El pórtico es lo más destacado, junto a algunos cuadros de buena factura y la celda en la que murió el autor de El Buscón.
Muy interesante es la portada de la iglesia de las Dominicas de la Encarnación, antecedente de las portadas-retablo que serían muy difundidas en el barroco.
En torno a la calle de Cervantes hay una serie de casonas y palacios de gran interés, como el cuartel de los Caballeros de Santiago, que tiene un bello pórtico y está frente a la casa del Marqués de Melgarejo del siglo XVII, en la calle Benavente, y que guarda buenas pinturas entre las que destacan las de Carreño y Juan de Juanes;
en la misma calle de Cervantes, el palacio de los Bustos, del siglo XVI, con portada y patio interior, y la casa del Caballero del Verde Gabán -don Diego de Miranda- del siglo XVI también, mencionado por Cervantes en El Quijote como prototipo del hidalgo manchego.
En la plaza de la Fuente Vieja está la iglesia convento de Monjas Franciscanas, fundado en 1483 y ya desaparecido, conservándose la iglesia que es de 1521 con interesantes retablos renacentistas en su interior.
En la parte norte, en una bonita plaza se alza la iglesia de los Trinitarios Descalzos, fundada en 1603 por el beato Juan Bautista de la Concepción y en la que
se conservan los restos de San Víctor y una impresionante imagen de Jesús Rescatado.
Otras muchas casas, solariegas o de típica arquitectura popular manchega, se encuentran al pasear por las calles de Villanueva de los Infantes, ciudad de ambiente culto y ordenado urbanismo.
Solo decir que pensamos que esta ciudad merece otra visita más despacio para disfrutar de tantos edificios singulares llenos de arte y de historia.
Dejamos atrás Villanueva y de camino hacia el hotel nos desviamos para visitar la singular Plaza de San Carlos del Valle. Una joya poco conocida pero de indudable interés.
San Carlos del Valle se encuentra en el sureste de la provincia de
San Carlos del Valle también es llamado el pueblo de "El Cristo", como se le conoce en la zona, en alusión a la majestuosidad de su Iglesia y Plaza. Se encuentra a 80 km de Ciudad Real capital, a 17 de Valdepeñas y a 25 km de Manzanares
En el pueblo centraliza nuestra atención, por su gran interés arquitectónico y popular, la Plaza Mayor, sólo comparable a la belleza de las de Almagro y Villanueva de los Infantes.
Tiene forma casi rectangular, de 53 metros de longitud por 21 de ancho, está formada por columnas toscanas que sostienen pisos y galerías de dinteles, zapatas y balaustres de madera.
En un lado de la plaza, en trasfondo, se halla el Ayuntamiento, cuya fachada es de balcón corrido voladizo sobre ménsulas de madera; en otro una casa particular de típico patio columnado con arcos y galería superior.
Esta plaza fue creada como atrio de la magnífica Iglesia del Cristo, construida sobre el santuario de Santa Elena, donde según la tradición, apareció un Cristo milagroso que dejó en un pajar un extraño caminante.
Ha sido restaurada y se halla bien conservada constituyendo una de las mejores del barroco final de la provincia, ha sido declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1993. Aquí finaliza nuestro viaje, ya que al dia siguiente volvimos a Málaga . Os animo a visitar la zona, ya que como veis hay cosas muy interesantes.

viernes, 8 de mayo de 2009

PASEO POR LA MANCHA DE CIUDAD REAL (3)

EL CASTILLO DE ROCHAFRIDA.


Por la carretera hacia Ossa de Montiel, desde Ruidera y unos 7 Kms antes de llegar, a la derecha aparece un camino que nos conduce al Castillo y a la Fonte Frida. Ya estamos en la provincia de Albacete. Lo tomamos y no lejos del destino aparcamos el coche, echamos pie a tierra y seguimos un camino señalizado que nos conduce al manantial. Lo seguimos y veremos un pequeño afloramiento sin ninguna vistosidad y a continuación la senda, que dando algunas vueltas nos lleva a los pocos restos de un antiguo castillo. Veamos un poco de lo que se sabe de su historia :


El castillo de Rochafrida fue construido en el siglo XII, durante la ocupación musulmana, por la tribu berberisca Masmuda.
Probablemente este castillo cayó en manos cristianas a raíz de la conquista cristiana de los castillos de Alhambra y Peñarroya (entre 1198 y 1200), y de la toma de la plaza de Alcaraz en 1213, por los caballeros de la Orden religioso-militar de Santiago.Sería por entonces, cuando se le denominaría con el nombre de San Felices, en honor a San Félix de Valois, eremita francés que, junto con San Juan de Mata, en 1197, con autorización de Inocencio III, fundaron la orden de los Trinitarios, que tenía como único objeto el rescate de cristianos.
El 26 de abril de 1216 Enrique I de Castilla (el rey niño) lo entregó a Don Suero Téllez de Meneses, con las dehesas y tierras a su entorno. Pocos años después pasó a manos de la Orden de Santiago

Ya en el siglo XV, durante el reinado de Isabel y Fernando, la fortaleza quedó en absoluto abandono. El de Rochafrida es un castillo roquero de tipo y destino militares, que posee un recinto amurallado levantado en la roca (denominada dolomía).

La planta del castillo es un polígono irregular de doce lados, forma impuesta por la morfología del terreno, para cubrir y vigilar cualquier recoveco y hueco por el que pudiera acceder el enemigo.La muralla tiene un espesor de más de 2 metros, y su altura sería también de unos 2 metros. Tiene almenas, y dado lo abrupto del cerro y el buen revoque de la pared con el mortero, la escalada por cualquier lienzo era extremadamente dificultosa.Poseía varias torres, de las que hoy sólo se conserva parte de los muros. El cerro está rodeado por una franja lacustre muy cenagosa de unos doscientos metros de anchura, que hace de auténtico foso.
Cuenta además con un puente levadizo sobre el río Alarconcillo. Por todo ello, la fortaleza sería prácticamente inexpugnable, sobre todo por la caballería, que quedaría clavada en el fango ante cualquier intento de ataque.
En el castillo se han encontrado restos arqueológicos que evidencian el origen árabe del castillo, tales como puntas de flecha de hierro, pequeños cuchillos o láminas de sílex, y especialmente pequeñas placas o escudillas forradas de oro, que responden por sus características a un tipo de decoración de origen árabe, en la que los motivos se repiten continuamente rellenando cualquier hueco, como si se tuviera manía a los espacios vacíos. Esta es una decoración geométrica fundamentalmente anticónica, típicamente árabe.
La muralla está hecha de una mezcla de cal, arena y piedra rústica del lugar, y se hallan parcialmente labradas las de las jambas de la portada principal.
Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Es de propiedad particular, y se destina a uso turístico.
El acceso es libre.
En los alrededores se encuentra la cueva de Montesinos, y el castillo se ubica cerca de una de las lagunas de Ruidera, la laguna de San Pedro.
El aspecto más destacable del cerro donde se asienta la fortaleza, es que existe una interesante estratigrafía, que podría corresponder a restos de una de las muchas construcciones prehistóricas de la Edad del Bronce, diseminadas por el Alto Guadiana, llamadas Motillas.
El romancero se refiere a este Castillo al menos en dos ocasiones. No pude resistirme a leerlo en voz alta delante de mi entregado auditorio y a continuación los incluyo:

ROMANCE DE LA PRINCESA ROSAFLORIDA
En Castilla está un castillo, que se llama Rocafrida;
al castillo llaman Roca, y a la fonte llaman Frida.
El pie tenía de oro y almenas de plata fina;
entre almena y almena está una piedra zafira;
tanto relumbra de noche como el sol a mediodía.
Dentro estaba una doncella que llaman Rosaflorida;
siete condes la demandan, tres duques de Lombardía;
a todos les desdeñaba, tanta es su lozanía.
Enamoróse de Montesinos de oídas, que no de vista.
Una noche estando así, gritos da Rosaflorida;
oyérala un camarero, que en su cámara dormía.-
"¿Qu'es aquesto, mi señora? ¿Qu'es esto, Rosaflorida?
"O tenedes mal de amores, o estáis loca sandía."-
"Ni yo tengo mal de amores, ni estoy loca sandía,"
mas llevásesme estas cartas a Francia la bien guarnida;"
diéseslas a Montesinos, la cosa que yo más quería;"
dile que me venga a ver para la Pascua Florida;"
darle he siete castillos los mejores que hay en Castilla;"
y si de mí más quisiere yo mucho más le daría:
"darle he yo este mi cuerpo, el más lindo que hay en Castilla,
"si no es el de mi hermana, que de fuego sea ardida."

A continuación transcribo el romance lírico de Fontefrida que se publicó por primera vez en 1547 en el llamado Cancionero de Romance:
ROMANCE DE FONTEFRIDAFontefrida, Fontefrida,
Fontefrida y con amor,
do todas las avecicas
van tomar consolación,
sino es la tortolica
que está viuda y con dolor.
Por allí fuera a pasar
el traidor del ruiseñor,
las palabras que le dice
llenas son de traición
Si tu quisieses, señora
yo sería tu servidor.
-Vete de ahí, enemigo,
malo, falso, engañador,
que ni poso en rama verde,
ni en prado que tenga flor,
que si el agua hallo clara,
turbia la bebía yo;
que no quiero haber marido,
porque hijos no haya, no;
no quiero placer con ellos,
ni menos consolación.
¡Déjame, triste enemigo,
malo, falso, mal traidor,
que no quiero ser tu amiga
ni casar contigo, no!

Tras la visita del Castillo nos fuimos hacia Villanueva de los Infantes donde habiamos pensado comer, este dia.











jueves, 7 de mayo de 2009

PASEO POR LA MANCHA DE CIUDAD REAL (2)

LAS LAGUNAS DE RUIDERA


El segundo dia de nuestro viaje después del desayuno nos pusimos en marcha para visitar Las Lagunas de Ruidera, otro de nuestros objetivos en el viaje. Tomamos la carretera que desde Manzanares nos llevaría a Albacete, aunque nosotros llegaremos hasta Ruidera, para desde allí empezar la visita.
Nosotros al llegar allí y tras cruzar el Puente del Rey, subimos a un mirador señalizado a la izquierda de la carretera, desde el que las vistas de la Laguna del Rey son impresionantes.
Desde allí volvimos a la carretera que se dirige a Ossa de Montiel y recorrimos el lugar en sentido inverso al que las guias nos proponen y que coincide con el dicurrir natural de las aguas desde su nacimiento y que a continuación os transcribo.
Decir antes de empezar que Ls lagunas fueron declaradas Paraje Natural el 13 de julio de 1979.


El Alto Guadiana, en su lento discurrir hasta formar las lagunas, carece de una red fluvial estable y definida.
Su nacimiento es bastante ramificado, compuesto de fuentes, regueras y pequeños riachuelos que van confluyendo a lo largo de su cauce.
Se componen de una serie de lagunas que, en sentido descendente, se describen a continuación:
La Laguna Blanca debe su nombre al color blanco de su fondo. Recibe agua del manantial de los Zampullones.
De esta laguna nacen unos derrames, conocidos como Vado Blanco, que fluyen hasta alcanzar la vega de varias fuentes en dirección a la laguna Conceja, Cuando la laguna tiene agua en abundancia, es frecuente encontrar ánades reales y fochas comunes.
La laguna que recibe sus aguas de los ríos y vegas provenientes de la Laguna Blanca es conocida como Laguna Conceja desde tiempos en que perteneció al concejo de la Ossa de Montiel.
Tiene forma ondulada, con 1900 metros de longitud y 300 de ancho. Esta laguna se encuentra abarcada por una tupida franja de mansiegas y carrizos, albergue muy seguro para las aves de ribera.



Entre riberas de abundantes tomillares encontramos la Laguna Tomilla, que con su contomo triangular es casi una prolongación de la laguna anterior, puesto que la separación entre ambas apenas puede percibirse.
 
Por el lado derecho unos sauces, escasos olmos, álamos blancos, zarzas y chopos componen un diminuto sotobosque.
La Tomilla posee dos playas: El Baño de las Mulas y El Baño de las Monjas.
La siguiente es la Laguna Tinaja, nombre que se le dio al estar formada por una pared cóncava de tobazo que se puede apreciar perfectamente en su parte noreste y que asemeja su forma a una tina.
Cerca de la Ermita de San Pedro, tiene su solaz la Laguna San Pedra,
encontrándose también próximos la Cueva de Montesinos y el Castillo de Rochafrida, citados en el capítulo XXVI de la segunda parte del Quijote
.
 
Fluye el agua hasta abrirse en una pequeña Laguna Redondilla, pues su forma se ajusta a ello, convirtiéndola junto a sus escasos 110 metros de longitud en una de las más acogedoras.
 
Desde su comienzo en las cascadas, la Laguna Lengua pasa por ser una de la más bellas de todo el conjunto. Carece de vegetación palustre en sus márgenes al estar enmarcada por unas monumentales paredes de tobazo.
 
En épocas de crecida, al verter en la siguiente laguna, forma una vistosa torrentera o rápido.
Le sigue la Laguna Salvadora, de nombre ancestral, quizá debido a que las personas que en ella se bañaban creían que sus aguas les purificaban de las fiebres palustres.
 
La Laguna Santo Morcillo crea un salto de 3 metros de altura, aunque no se producen cascadas. Sus orillas son peladas con algunos retazos de carrizal y zonas arboladas.
 
La siguiente es la Laguna Batana, debido a un batán que hubo hace siglos en una de sus márgenes.

 Su perfil es ovalado y su orilla forma un habitat con cierta diversidad ecológica, con un soto de árboles, juncos, carrizos y una reforestación de pinos relativamente reciente.
 
Con 2400 metros de longitud la Laguna Colgada se convierte en la de mayor extensión de todo el lagunar.
 Tiene en el centro un espolón formando una diminuta península que más bien parece una isla cuando el agua cubre el istmo.
 Sobre ella se levantaba en la Edad Media una torre de la que no quedan restos.
  
La Laguna del Rey ha sido desde antiguo favorita de los reyes.

Es la más profunda y se comunica con la Colgada a través del río Las Paranzas.

Puede decirse que El Hundimiento es la frontera natural entre las lagunas medias y las bajas; sus ruidosas cascadas, de cerca de 15 metros de altura, constituyen el lugar más espectacular y sublime del recorrido. El origen de estas cascadas se halla en un gran desbordamiento ocurrido en 1545 que provocó el hundimiento del cauce natural del río.
La Laguna Morenilla acoge parte de su agua desde un canal que parte del Hundimiento, así como de diversas fuentes naturales, como la del Borbotón, la del Molino, la de la Cubeta y la fuente de la Cañada de Berbián.
De la siguiente, la Laguna La Coladilla, se desconoce el origen de su nombre.
Esta laguna se comunica con la anterior mediante un río estrecho y con alrededor de 100 metros de longitud, conocido como "huerta del Rusco". Junto a una antigua central hidroeléctrica está el Barranco de Miravetes, una torca con más de 3 metros de profundidad y 15 de diámetro, por donde la Coladilla traspasa sus aguas a la siguiente laguna.
La Laguna Cenagosa es la última acumulación natural de agua. Su nombre lo debe a que resulta difícil vislumbrar en ella alguna zona en la que la superficie acuática, cuando la hay, no esté escondida bajo la vegetación. A partir de este punto, el agua sigue el curso natural del río Guadiana en dirección al pantano de Peñarroya.

Tras la visita seguimos por la carretera de Ossa en busca del Castillo de Rochafrida.