martes, 5 de octubre de 2010

CALLES Y PLAZAS DE MALAGA



LA PLAZA DE LA CONSTITUCION.

Quiero hoy reanudar mi trabajo en el blog, interrumpido, casi un año, por cuestiones técnicas.

Me gustará en esta ocasión informar de las plazas y calles de Málaga, profundizando en sus historias y caracteristicas. La parte documental la tomaré del Libro: Guia Histórico Artística de Málaga, dirigido por la profesora Rosario Camacho, que junto con un nutrido grupo de profesores han realizado un magnífico trabajo para el conocimiento de mi ciudad, que le agradezco desde estas páginas.

La Plaza de la Constitución, o simplemente la plaza, como siempre se le ha llamado, fue el corazón de la ciudad desde que los cristianos la convirtieron en Plaza Mayor y situaron en ella la mayor parte de los poderes civiles, siguiendo las costumbres castellanas.

Así pues, este espacio abierto ha sido desde finales del siglo XV hasta nuestros días el espacio público y político por excelencia de la ciudad, tal y como lo demuestran las distintas denominaciones que con este signo ha llevado: Pública, Mayor, de las Cuatro Calles, Real, de Isabel II, de la Constitución, de la República, del 14 del Abril y de José Antonio.

Puede decirse que todos los grandes acontecimientos políticos ocurridos en la España Moderna y Contemporánea han tenido acomodo en este espacio abierto.



     En el centro de la Plaza la farola que los malagueños llamaban "el Sonajero"

Configurada la plaza como un espacio publico, es necesario remontarse a la Edad Media para conocer sus orígenes.


       La llamada Fuente de las Tres Gracias presidiendo la Plaza 

Parece ser que durante esta época existió un espacio abierto e irregular, que era denominado como la Plaza de las Cuatro Calles (Compañia, Granada, Especerias y Santa Maria, todavía no existia la calle de Larios)), y no debía ir más allá de un ensanchamiento producido  por el encuentro de esas mismas calles, que quizá los musulmanes utilizarían como mercado o zoco.





La plaza propiamente dicha, con sus funciones lúdicas y políticas, no aparecerá sino con los cristianos y su disposición data de 1488, a imitación de las castellanas y de las italianas.

Cada uno de sus cuatro frentes va a estar ocupado por importantes entidades civiles y religiosas.

 
                  Aspecto del antiguo Ayuntamiento

 

Así, en el frente occidental estuvo situado el Ayuntamiento o Casa Capitular
    Aspecto que presenta en la actualidad la cara Oeste de la Plaza

Estuvo instalado primeramente en la Madraza, situada detrás de la Catedral en la calle del Postigo de los Abades. Se trasladaría aquí en la segunda mitad del siglo XVI, e integraba a la Audiencia y a las Escribanías Públicas




No obstante, las obras habían empezado en 1523 interviniendo diversos arquitectos, entre ellos Diego de Vergara, arquitecto de la Catedral, quien en 1548 diseñó los soportales de la Plaza por encargo del Cabildo de la Ciudad; el proyecto preveía la construcción de cuatro crujías porticadas con arcadas de piedra apoyadas sobre columnas de mármol que labraría el maestro Juan de Guillisasti, quien murió cuando sólo había realizado las correspondientes a dos crujías y aunque sus hijos se comprometieron a continuarla, la obra quedó detenida.

Por ello, en 1554, el Cabildo pidió nuevas trazas de los portales y Casa Capitular al arquitecto toledano Luis Machuca y un año más tarde la ejecución de albañilería de estas obras fue ganada por los maestros cordobeses Hernán Ruiz y Morales. No obstante, esta obra fue derribada en 1636 y se hizo de nuevo en la primera mitad del siglo XVII,, rehaciéndose en 1703. En 1774 fue reparado por los alarifes Francisco de Rojas y Diego de Rueda.

El Cabildo Municipal estuvo situado en este edificio hasta 1869 en que se trasladó al antiguo Convento de San Agustín, después de abandonar en estado ruinoso las hasta entonces Casas Capitulares, que fueron derribadas
En 1870 el arquitecto Jerónimo Cuervo proyectó el edificio central, (Plaza de la Constitución n" 6) compuesto por un piso bajo y entresuelo además de dos pisos para viviendas.

El aspecto actual de la fachada varía bastante del primitivo, ya que fue remodelada posteriormente por el arquitecto Daniel Rubio y también ha influido el diseño del escaparate del bajo comercial, defecto que se ha repetido en los otros frentes de la plaza.

El edificio con esquina a la Calle de Especerías que fue proyectado por el arquitecto Cirilo Salinas para don Antonio Ruiz, fue objeto a comienzos de 1990, de una rehabilitación y ampliación; esa ampliación ha integrado otro edificio colindante en el que se ha imitado el diseño de fachada del principal.


El frente septentrional de la plaza albergó hasta el siglo XX importantes edificios públicos, tales como la Casa del Corregidor. la Cárcel, la Audiencia y el Colegio de los Jesuitas.

Durante muchos años el Edificio Central fue la sede de la Confederación Hidrografica del Sur de España, actualmente instalada en el llamado Palacio de la Tinta en el Paseo de Reding.
Hoy lo ocupan distintas empresas privadas.

En el ángulo, y ya penetrando en la calle de la Compañía se levanta el antiguo Colegio e Iglesia de los Jesuitas cuya modificación se inició a raíz de la expulsión de los jesuitas en el año 1767.

En los años inmediatos la iglesia quedó como oratorio privado y el colegio, en gran parte vacío, ocupado solamente por unas escuelas de latinidad y primeras letras que habían sostenido los jesuitas.




Posteriormente, el Montepío de Socorro a los Cosecheros del Obispado de Málaga,  establecido por Real Orden de 1776, solicitó en 1780 parte del edificio de los jesuitas para instalar en él su sede y les fue concedido por Real Cédula de 1781.



Pronto comenzaron las obras de adaptación, que serían en la parte interior de la casa, centrada por un pequeño patio rodeado de un banco de piedra.

En uno de los lados del patio se instalo una fuente de mármol adosada al muro

con mascarón e inscripción de 1782.




La crujía correspondiente a la fachada era independiente y había sido construida en función de la plaza ya que constituye un ejemplo típico de edificio-balcón, definido por las balconadas seguidas y superpuestas que recorren su fachada rítmicamente, unido al carácter lúdico y representativo de la plaza.

Autos de fe, paradas procesionales, proclamaciones, corridas de toros, etc. se desarrollaban en la plaza.


La sede del Montepío se completó en ll82 al comprar esta institución un sitio portal de los que daban a la plaza, donde construyeron la portada.



Labrada en mármol gris con arco escarzano y columnas con capiteles de paños colgantes se remata sobre el entablamento con cestillos de frutas que flanquean el ático en el que un gran medallón reproduce la medalla acuñada en conmemoración de la fundación del Montepío y que ofrece una imagen simbólica de Málaga favorecida por el trabajo.




Ante un paisaje con los árboles del país (olivo, higuera, vid) y la nave que representa al comercio, se dispone una ninfa símbolo de la ciudad, ante la que se arrodilla un campesino junto a una cornucopia con frutos y la inscripción SOCORRE AL DILIGENTE; a su izquierda rechaza a otro de actitud abandonada, con la inscripción NIEGA AL PEREZOSO.




El diseño de esta portada responde al barroco clasicista y ha sido atribuida a José Martín de Aldehuela, quien intervendrá también en las obras de adaptación del interior.


La reja que da acceso al patio es un magnífico ejemplar de hierro forjado y cincelado rematado por el escudo de España entre leones tenantes, que puede relacionarse con la producción del maestro Luis Gómez, quien trabajó para la Catedral entre 1764 y 1789.

El Consulado del Mar, concedido a Málaga en 1785, recabó la fundación del Colegio de Náutica de San Telmo en 1786 

En este edificio, que fue declarado Monumento Arquitectónico Artístico en 1923, se instalaron otras muchas instituciones: la Sociedad Económica de Amigos del País en 1790, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en 1850, la Escuela de Bellas Artes a ésta aneja, el incipiente Museo de Bellas Ar1es, colegios y otros.

Desde 1961 la Sociedad Económica tiene su sede en este edificio y las dependencias posteriores las ocupa un Colegio.

La Fundación Unicaja subviene a las necesidades de aquella institución y a su promoción cultural, pero el edificio es también espacio expositivo de Unicaja, habiéndose instalado a ambos lados del recogido patio, dos salas de exposiciones, y en el piso superior, el antiguo Salón de Audiencias del Consulado funciona como Sala de Conferencias

Al lado del Colegio de los Jesuitas se situaba la Casa del Corregidor, que, con su torre era uno de los edificios más monumentales de la plaza en el siglo XVI, y lindaba con la Cárcel.
Ambos edificios hoy han desaparecido

Las dependencias de la Cárcel que se encontraban a continuación, llegaron, tras sucesivas ampliaciones, hasta la calle Real o de Granada.


Con la desamortización fueron también vendidas, en el siglo XIX, y sobre su solar surgió un bello edificio (Plaza de la Constitución nº 9) según proyecto de Jerónimo Cuervo, aunque se remodeló posteriormente al instalarse en él el Banco Español de Crédito.

En los bajos se encontraba el famoso Café de la Loba, del mismo arquitecto que, entre sus atractivos, presentaba una animada terraza.


      En el centro de la imagen el Pasaje de Heredia, hoy en obras

En este lado, y sobre el mismo solar de la Cárcel, se levantaron otras edificaciones decimonónicas y para darles luz y ventilación se construyó el Pasaje de Heredia, por el gran promotor del despegue industrial Málaga en el siglo XIX, Manuel Agustín Heredia, quien compró los solares resultantes del derribo de los edificios de la Cárcel y de la Capilla de Santa Lucía en 1835.

             Fachada Este engalanada

 En el costado oriental de la plaza se halla el Pasaje de Álvarez o de Chinitas, construido por iniciativa del empresario malagueño Antonio María Álvarez.


     Aspecto actual de la fachada Oriental y entrada al Pasaje de Chinitas

El segundo nombre de este pasaje proviene del famoso y popular Café de Chinitas, que estuvo aquí ubicado, y transcendió a la vída urbana haciendo olvidar su denominación primitiva.



El establecimiento fue inmortalizado por García Lorca, cuyos versos se recuerdan en un panel de cerámica: En el Café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano soy más valiente que tú, más torero y más gitano.




Se trataba de un café-teatro a la vieja usanza andaluza, en el que se bebía y cantaba, sede y cátedra durante varios lustros del cante jondo y del baile flamenco; por su tablado pasaron entre otros Juan Breva, la Parrala, Chacón, Torre y la Niña de los Peines.

También en este pasaje estuvo el Café Munich, además de diversas tiendas y establecimientos comerciales.


Aún hoy en una de estas industrias artesanales tradicionales, la que regentaba el popular personaje Manuel Ocón, y hoy continúa su hijo, se afilan cuchillos, navajas y tijeras.


Pero con anterioridad, casi toda la manzana situada entre las Calles del Toril, Fresca, Santa María y la misma Plaza, estuvo ocupada por el Convento de las Agustinas, fundado en 1628, aunque no se documenta su instalación en este lugar hasta 1631;

la iglesia se construyó entre 1680-90 y Antonio Pons la describe como un edificio de planta centralizada que algunos han querido relacionar con un diseño de Alonso Cano, aunque no hay constancia de su autoría; pero los planos del siglo xvIII nos muestran una iglesia de planta longitudinal.
Como tantos conventos de Málaga también fue desamortizado y en septiembre de 1852 el maestro de obras Diego Clavero presentó un proyecto de urbanización, sobre el solar del convento derruido, con el pasaje en forma de cruz griega, eje ordenador de las nuevas casas de renta.

Las viviendas poseen tres pisos y los extremos principales de los brazos de la cruz, que coinciden con el eje perpendicular frente a la plaza, están cerrados por medio de arcos, que recuerdan los empleados por la arquitectura popular andaluza para sostener los sobrados y las algorfas.




Este intencionado tipismo andaluz se completa con los adornos de hierro forjado, los faroles de gas y la hasta hace poco existente bella fuente de azulejos, en su centro, que fue sustituida durante algún tiempo por la figura de una gitana con el cántaro de agua en un costado, que también se eliminó.
Entre las edificaciones destaca la que ocupó el citado Café de Chinitas que forma una de las fachadas curvas de esta placita y se articula alrededor de un patio circular, de los pocos que se conservan de esta tipología y aunque el edificio hoy es una tienda de tejidos ha conservado la estructura del patio.



El ingreso principal al pasaje desde la Plaza está compuesto con monumentalidad y parece conservar la noble portada de mármol de la iglesia del convento desaparecido, aprovechando también el frontis de la vivienda que se alzaba en esta zona y que después de la rehabilitación del edificio, en 2001, por la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico ha recuperado sus pinturas dieciochescas de ladrillo fingido y greca de acantos en la imposta principal, ostentando la fecha de 1734.




En el lado sur de la Plaza, frente a la torre de las Casas del Corregidor, se situaban algunas casas del Cabildo Eclesiástico que no pertenecían a su dotación sino que había obtenido por compras, por el deseo de tener edificio en la plaza pública para asistir a las funciones que aquí se desarrollaban responden a obras sucesivas, constando las realizadas en el siglo XVII por Miguel Meléndez y Clemente Ruiz.

En el siglo XIX fueron también desamortizadas, surgiendo sobre sus solares una serie de viviendas, entre 1835 y 1870, en las que intervinieron los arquitectos Trigueros y Salinas, aunque hoy aparecen transformadas;

Desde su configuración un elemento importante ocupó la plaza.

Hasta 1533 estuvo la Picota, para escarnio de los malhechores, pero al eliminar de la plaza las funciones de ejecución y castigo se trasladó este elemento a la orilla del mar, sustituyéndose unos años más tarde por la .fuente de Génova, obra de los siglos XVI o XVII.

De ella os contaré en un próximo capítulo, asi como de otras fuentes que en distintas época decoraron el Centro de la misma.