viernes, 30 de noviembre de 2012

Barbie, visita La Concepción




UNA EXPOSICIÓN MUY ORIGINAL



Hoy os quiero invitar a visitar una curiosa exposición, que podéis ver en el Jardín Botánico de La Concepción



Se trata de una muestra muy interesante en la que podemos recrearnos y repasar la historia de esta bella hacienda, pudiendo conocer, además, los usos y costumbres de sus moradores.



Se ha montado con la colaboración de la Asociación de Amigos del Jardín y está realizada con muñecos Barbies, Ken y Madelman,


En ella se recrean con todo lujo de detalles escenas sacadas de fotografías antiguas del legado Silvela.


Todo ello debido al ingenio y creatividad de su autor, Alberto Martín.


La exposición se muestra en la Sala de Exposiciones del jardín, desde el 14 de septiembre de 2012, hasta el 6 de enero de 2013.

Yo he usado fotos antiguas y las que hice durante mi visita y he destacado las distintas escenas en las que se divide la exposición. Añado textos que me han parecido interesantes, sacados de distintas publicaciones sobre La Concepción


Breves apuntes históricos.



La Concepción se erigió alrededor de 1855 gracias a la labor del matrimonio formado por Jorge Loring y Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, Marqueses de la Casa Loring.


Jorge Loring fue un rico e inteligente industrial, además de diputado a Cortes, y uno de los personajes más influyentes de la Málaga del siglo XIX.



Amalia Heredia, mujer culta e inquieta, se interesó por las plantas, los libros y la arqueología.

Así, en La Concepción se atesora un sustancial patrimonio arqueológico, del que aún quedan algunos restos en forma de esculturas y mosaicos romanos y un rico patrimonio botánico, gracias, entre otros, a la destreza de un jardinero francés llamado Chamoussant.



La Concepción era una finca de Recreo para la familia Loring-Heredia, donde se refugiaban huyendo del fragor de la ciudad y de los problemas que la vida diaria les proporcionaba.
 

En este entorno, con una cierta magia especial, que le daba la exuberancia de su vegetación y la abundancia de especies exóticas, Amalia y Jorge gozaban de una paz y unos placeres, que no dudaban en compartir con familiares y amigos.


Ya en los siglos XIX y principios de XX, lo libros de viajes, mencionaban este lugar especial, a pesar de que no ha sido abierto al público hasta hace pocos años.


La mayoría de los visitantes coinciden en sus escritos y referencias en que se trataba de un lugar especial y no ahorraban calificativos.

Como muestra tomamos las palabras de uno de ellos, quien tras su visita decía:


“La hermosura del cielo, la variedad de sus plantas y la pureza de su ambiente han convertido esta finca en un manantial inagotable de placeres para los que tienen la suerte de visitarla”



La pregunta que todos nos hacemos es: ¿quién fue el auténtico creador del jardín?


Parece que todos coinciden en que Amalia Heredia era el alma de la Concepción, si bien Jorge Loring, delegaba en ella estas funciones, que por tratarse del ámbito de lo doméstico, en aquella época, correspondía plenamente a la mujer. Se sabe del buen gusto de Amalia quien seleccionaría las especies a plantar y supervisaría el diseño del jardín.

LA EXEDRA


 Frente al pórtico del templete y con el bosquecillo de pinos canarios, como telón de fondo,


se encuentra la exedra neo-romana que Francisco Silvela mandó construir a finales del siglo XIX para disfrutar en paz del rincón más evocador del jardín.





Un banco con las decorativas quimeras descabezadas de sus rincones.



En la foto de la época aparece Isabel (Condesa de Benahavís), con una de sus hijas, posando en compañía de familiares y amigos. En los extremos dos caballeros enmarcan de manera distinguida al grupo.


MUSEO LORINGIANO


En mitad de la selva de ficus se alza el templo dórico, del museo loringiano, cuya claridad contrasta con el caos orgánico de la vegetación, aunque integrados en perfecta armonía.


Se trata de una magnífica construcción de piedra caliza, un templo tetrástilo (cuatro columnas en su fachada principal) y próstilo (se refiere al portico columnado), atribuido al diseñador prusiano Strack, (padre o hijo), ambos discípulos del gran arquitecto del imperio prusiano Friedrich Schinkel.



En el templete pueden estudiarse a la perfección las características del orden dórico, el más austero de la arquitectura clásica:
dos estereobatos (escalones de acceso) y un estilobato (base donde descansa el templo y las columnas); columnas sin basa, con fuste estriado y capitel con collarino, equino (almohadilla cilíndrica donde apoya el ábaco) y ábaco prismático (tablero prismático, donde descasa el capitel);
entablamento con arquitrabe (parte inferior del entablamento que apoya en las columnas), friso (parte ancha del entablamento) y con triglifos (decorados que tapan las cabezas de las vigas) y metopas (espacio entre los triglifos), con sus gotas y cornisas con mútulos (piedra rectangular que sobresale en la cornisa);
todo ello coronado por un frontón con acróteras (lugar para colocar las estatuas en los frontones), aunque con tímpano liso sin esculturas.
El interior se decora con pinturas murales al temple, al estilo pompeyano con predominio de tonos rojizos y un zócalo con dragones.
Como elemento moderno se destaca un lucernario de hierro y cristal.


En la foto se aprecian algunas de las piezas que forman parte del mismo. En origen en él se guardaban las piezas más valiosas, solo accesibles al circulo de amistades de la familia o a los investigadores que lo solicitaban.

VELADAS Y TERTULIAS

En la sociedad burguesa decimonónica, los actos de sociabilidad doméstica, constituían uno de los ejes centrales de las relaciones humanas.
Era en estas reuniones cuando los límites entre lo público y lo privado, quedaban considerablemente desdibujados.

Como elemento integrador de la familia destaca:


EL SALON


Para desarrollar estas actividades las viviendas contaban con una serie de espacios más o menos íntimos, dependiendo del número de asistentes y del carácter de la reunión.
Quizás el más frecuentado sería el salón, donde tenían lugar veladas, tertulias, saraos, fiestas, celebraciones, comidas o reuniones de negocio…

Junto al salón se encontraba siempre alguna otra dependencia que reunía a las señoras o caballeros, para, después de las comidas, fumar, leer, tocar el piano o jugar con las cartas o como en el momento representado, jugar al billar.


Entre los personajes más importantes que frecuentaban la hacienda cabe destacar D. José de Salamanca, Marqués de Salamanca


o el escritor Serafín Estébanez Calderón, ambos casados con sendas tías de Amalia,


D. Francisco Silvela, que más tarde sería Presidente del Gobierno,


marido de una de las hijas del matrimonio Loring-Heredia



A todos ellos hay que unir personajes de la alta burguesía malagueña, entre ellos los Crooke o los Grund, a la vez emparentados por matrimonio de alguno de sus miembros con la familia anfitriona.


Como se ha dicho en ocasiones más de un aspecto de la política nacional, en tiempos de la Restauración, se debatiría entre las plantas de La Concepción.



Se tiene constancia de que D. Antonio Cánovas del Castillo, sobrino de D. Serafín Estébanez, alma de la Restauración monárquica, acudió en distintas ocasiones a visitar a la familia.


EL CENADOR DE LAS GLICINIAS

Si el tiempo lo permitía estas actividades tenían lugar al aire libre.


El lugar favorito, que despertaba la envidia de todos los asistentes era el cenador de las glicinias.



En este encantador espacio se reunía la familia a almorzar, tomar el te y también hacían las fiestas y cotillones.




LA COCINA.


Lo mejor de la cocina, española, francesa o inglesa, se hacía en La Concepción.


El cocinero Guillermo Moyano, escribió, en 1867, un libro al respecto, dedicándolo a los marqueses, donde se recogen las recetas de las comidas que se servían en la hacienda. "El Cocinero Español y la Perfecta Cocinera"



Una edición facsímil fue editada en 2007 en colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, con el fin de salvar del olvido escritos peculiares e interesantes como el presente, y que puede considerarse como el primer libro de cocina malagueño.

LAS BODAS.


El 4 de Abril las hermanas Loring, Amalia e Isabel, obtienen la real licencia para contraer matrimonio.



La primera con Francisco Silvela, subsecretario, entonces, del Ministro de la Gobernación y la segunda con Ricardo Heredia, su tío.
En la capilla de la Hacienda, consagrada a la Inmaculada Concepción, se celebraban las bodas de la familia.


Posiblemente la última pudo ser la de Julita Loring, (en la foto, de pequeña, con su tio), casada con Ricardo Gross Orueta, que tuvo lugar el 11 de Junio de 1905 a las 9 de la mañana.

EL ESTUDIO Y LA LECTURA


La dueña de la Concepción, había sufrido la perdida de dos de sus hermanas al irse a estudiar fuera de España y contraer las dos una enfermedad.



Es por eso que optó por educar a sus hijos en casa con tutores, hasta que consiguió traer el primer colegio de España, de la orden francesa de la Asunción a Málaga

LA PÉRGOLA.




La pérgola que hay junto a la alberca de los claveles era uno de los lugares habituales de reunión



Un momento de descanso en medio del paseo en el que no faltan las sombrillas para el sol, de las señoras y los sombreros para el de los caballeros.




El rumor del agua de las cascadas y la exuberante vegetación dan a este rincón un encanto especial.


EL TEATRILLO



Era costumbre reunir a familiares y amigos para representar una obra de teatro.


En la siguiente foto se recoge un momento de la representación de la obra" Las tres rosas",
de Carlos Frontaura.

La mayoria de los actores son miembros de la familia.




EL PATIO DE LA CASA-PALACIO




Decorado al estilo colonial, el frescor del patio lo hacía especialmente agradable en los días muy calurosos.

 


Termino aquí, esperando que podáis disfrutar de esta exposición, como yo lo hice.