lunes, 31 de diciembre de 2007

MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE LEYRE

La Cuna de Reino de Navarra

Con este capítulo, voy a comenzar una serie dedicada a los monasterios que en España, albergan huéspedes. Sobre este particular tengo que decir que en algunos casos el hospedaje es compartido por los monjes o monjas que lo habitan y en otros casos disponen de una hospedería externa, que funciona como un establecimiento hotelero. Cuando se comparte la estancia con la comunidad, en muchos casos, dependiendo del sexo, solo admiten personas del mismo sexo. Así en Leyre, que son benedictinos, en el monasterio solo admiten hombres. En el monasterio de las Huelgas en Burgos, solo admiten mujeres. Otros como Santa María de la Vid, de los frailes agustinos, admiten ambos sexos.


Nosotros tenemos experiencias en aquellos que tienen hospedería externa o que admiten parejas. En este que hoy voy a comentaros estuvimos un par de veces, en la hospedería externa de que dispone, dentro del conjunto de edificios que conforman el Monasterio y se llama San Salvador de Leyre.


En su pagina web nos dicen lo siguiente:
“Situado en plena naturaleza, el acogedor Hotel Hospedería de Leyre ( ** ) está integrado en el armonioso conjunto que constituye uno de los principales monumentos histórico-artísticos de Navarra: el Monasterio de Leyre. Se encuentra a 50 Km. de Pamplona, en dirección a Jaca-Huesca.

Cuenta con 32 habitaciones: 18 dobles, 11 individuales, 2 cuádruples y 1 triple, todas ellas equipadas con calefacción central, baño completo y decoradas en un estilo agradable y acorde con el ambiente que las rodea. La belleza y tranquilidad de su emplazamiento, su situación equidistante de innumerables destinos turísticos de sumo interés, el canto gregoriano de los monjes que habitan el Monasterio, hacen que este lugar sea ya para miles de turistas un lugar ideal para unas jornadas de descanso. Sin olvidar su idoneidad para albergar reuniones de trabajo.”


Así es, efectivamente, un hotel sencillo, en un lugar especial, rodeado de montañas, donde al atardecer solo se oyen los trinos de los pájaros y el tañer de las campanas, dando la hora o llamando a la oración. Creo que merece la pena la experiencia.


El monasterio de Leyre se asienta sobre la balconada de la Sierra de Errando, al Este del Reino de Navarra y a 50 kilómetros de Pamplona (aeropuerto, estación de ferrocarril, y de autobuses), tiene fácil acceso desde diversos puntos de Navarra y Aragón y de la frontera de Francia. Una pintoresca carretera conduce hasta el monasterio desde la ruta general (N 240) Tarragona-San Sebastián.


Desde Pamplona hay servicios de autobuses: Pamplona-Liédena / Pamplona-Yesa.
Desde esas dos poblaciones (Liedena y Yesa) se debe llamar a taxistas particulares...
Os voy, antes de nada, a facilitaros los parámetros de contacto, tanto del Monasterio, como de la Hospedería externa


Monasterio.

Dirección postal
: Visitas turísticas - Monasterio de Leyre. 31410 - Yesa (Navarra)
Teléfono: 948 884150. Fax: 948 884 230
Correo electrónico:
info@monasteriodeleyre.com

Hospedería externa.

Dirección postal: Hotel-Hospedería de Leyre ó31410 - Yesa (Navarra)
Teléfono: 948 884 100. ; Fax: 948 884 137
Correo electrónico:
hotel@monasteriodeleyre.com


A continuación voy a incluir información sobre los aspectos artísticos de conjunto, tomados de la página web del propio monasterio
En este recorrido que nos proponen empezamos por la Plaza de los Ábsides. Lo primero que llama la atención es el conjunto heterogéneo de estilos constructivos superpuestos, pero ensamblados en perfecta armonía.
Ahí están los tres magníficos ábsides exteriores de la iglesia y la torre. Conjunto cuya vista produce uno de los momentos más atractivos del arte románico.



Macizos y seudocónicos, los ábsides son de gran belleza de líneas, realzada por el tamaño y la calidad de la piedra, cuyo color dorado está enriquecido por un veteado carminoso. Su única decoración son el alero y los ventanales.Estos no tienen columnas ni capiteles adosados y su dovelaje es irregular.

El alero es una cornisa formada por grandes bloques biselados sobre modillones, adornados con tallas rudas y expresivas, en las que alternan cabezas de hombres, animales, figuras, lazos, bolas, y atributos.

La torre tiene forma de prisma cuadrangular y va horadada en sus cuatro costados por ventanas de triple arquillo, sostenidos por columnas con capiteles sin ninguna ornamentación. Presta una gran agilidad a la mole de los ábsides.
Estos ábsides se vinculan a lo que se construía en Europa en la primera mitad del siglo Xl y recuerdan a muchos de los existentes en el Poiteau. Son, por lo mismo, anteriores a los que después se extendieron por España según el modelo de los de Jaca, León y Frómista.
Al fondo, sobre los tejados, hay una espadaña del siglo XIV.
A la izquierda, el monasterio del siglo XVII: una mole de tres crujías de piedra de sillería, rematada por un último piso de ladrillo y por un alero artesanado muy saliente. Y a la derecha el monasterio medieval: destacan sus saeteras y sus bloques de piedra, colocados anárquicamente, que dan a la construcción un cierto aire de fortaleza.


Penetramos a su vestíbulo por la puerta del monasterio medieval mas próxima a los ábsides.En él llama la atención la ruda portada de la cripta. Es de un románico de primera hora, compuesta por arcos angostos, superpuestos y escalonados, sin más ornamentación que las impostas y una especie de arquivolta irregular abiselada.


Al contemplar la cripta desde la puerta de entrada, la impresión que produce su conjunto es la de un recinto de estructura angosta a causa de la robustez y rusticidad de sus elementos.
Es un bosque de columnas desiguales con grandes capiteles, algunos de los cuales llevan enormes cimacios.

Un bosque de robustos pilares de triple codillo y de perpiaños peraltadísimos que refuerzan naves abovedadas. Pero sucediéndose todo armoniosa, rítmica y equilibradamente. Da la sensación de encontrarse ante un monumento sin semejanza con un claro sello románico.
Fue concebida como una cripta de tres naves. Pero en un momento no muy avanzado de la obra, la nave central fue dividida en dos por la arcada axial central. Entre las anomalías que el cambio ocasionó, merece destacarse la modificación del ábside central, cuyo casquete fue convertido en otros dos de enorme grandeza.


Encontramos varios tipos de capiteles. Unos llevan como adorno unas estrías trazadas oblicuamente. Otros formas geométricas. Y los hay con una combinación de estrías y volutas en espiral, con bolas colgantes, representando bulbos o frutos.


Esta cripta, juntamente con la cabecera de la iglesia, fue consagrada en 1057. Al salir de la cripta, podemos ascender por la escalinata que conduce al patio del monasterio antiguo. Antes, admiraremos la imagen del legendario San Virila (siglo XVII), colocada al fondo del túnel existente a los pies de la cripta.

Del dicho monasterio medieval se conserva el lienzo Norte (siglo Xl) y en él la primitiva portada, de un románico muy sencillo. Del ala Este existe el hastial que da a la Plaza de los Absides, cuyas piedras son irregulares y tiene unas saeteras terminadas algunas de ellas en arcos de herradura.
En el ángulo Noreste se yergue un fuerte torreón de planta cuadrada, que puede remontarse al siglo IX.

Estos restos del viejo monasterio están muy deformados por las reformas hechas en los últimos años. En el ángulo Noroeste fue levantado otro torreón y muros paralelos a los lienzos Norte y Este para cobijar la hospedería monástica, consiguiendo un patio abierto al Poniente, muy en consonancia con todo el conjunto.
Pero en este recinto hubo un claustro románico que desapareció en los 118 años de abandono. Hace pocos años fue descubierto uno de sus capiteles, de estilo similar al de la cripta y cabecera de la iglesia.
Desde el patio contemplamos también el muro norte de la iglesia y en él un fuerte arbotante gótico y la puerta que comunicaba el claustro con la iglesia. Dicha portada es de la primera mitad del siglo XI y de una gran rudeza. Lleva una columna a cada lado, sin basa ni plinto, y en sus capiteles, decorad os con bulbos y pomas colgantes, apoyan dos arcos, uno de ellos muy forzado. Del monasterio antiguo pasamos a la plazoleta de la fachada principal de la iglesia. Aquí está el hermoso pórtico del siglo XII, excelente ejemplar del arte que recorrió el camino de Santiago. Recuerda la puerta de las Platerías.
Está cortado por una columna parteluz. Y vemos encima un tímpano con figuras rígidas, vestidas con túnicas y mantos acampanados y muy alhajadas: el Salvador, y a su derecha la Virgen, San Pedro y un escriba.

A la izquierda dos apóstoles y falta otra figura. Todo va rodeado de una corona de palmetas y apoyado sobre dos ménsulas que tienen esculpidas las cabezas de un toro y de un león.
Tres columnas a cada lado llevan capiteles decorados con cuadrúpedos, figuras humanas, entrelazados, estilizaciones de hojas y frutos y pájaros picándoles las patas. Y otros tantos machones sostienen cuatro grandes arcos cuajados de primorosas esculturas: es un muestrario de los temas más característicos del románico: de esa mezcla de malicia y de simbolismo con que van envuelta sus manifestaciones.

Por encima de los arcos y en las enjutas, hay tallas y relieves. En la línea más alta, san Miguel, Santiago, el Salvador, san Pedro, san Juan, escenas del martirio de las santas Nunilo y Alodia, un monstruo, el demonio entrelazado a un alma, la danza de la muerte y Jonás con la ballena. Bajo esta línea, al lado derecho, la Visitación y la Anunciación, un Santo y un ángel trompetero. Por debajo, en la enjuta, unos entrelazados. Y al lado izquierdo, un obispo, entrelazados, un ángel trompetero y la cabeza de un hombre. En los machones laterales dos Santos rodeados de leones.


Esta portada se levantó con piezas ya existentes, obra de distintos maestros y épocas. En su rearmado intervino un maestro del siglo XII, a quien hoy día se le identifica con el de un castillo, distinto del de las firmas que vemos en los contrafuertes, es decir, del maestro Fucherius y de Azenarius. En el hastial en que se halla inserto cabe distinguir un núcleo románico. Sobre la visera que la protege hay un ventanal de transición. El resto, incluido el matacán, que da a la construcción un aire de fortaleza, pertenece al gótico. Ofrece un conjunto maravilloso de espectacular contraste y de un éxito escenográfico único. Y cabe distinguir en ella tres partes. A saber: la cabecera románica, consagrada juntamente con la cripta en 1057, en la que sorprenden muchas cosas: los pilares cruciformes no son paralelos, sino convergentes en el sentado del ábside central.
La dobladura de los arcos es muy rebajada y algunos tienen tendencia a la herradura. Las naves laterales son muy estrechas y la del lado derecho es más ancha que la del izquierdo. El tamaño, la irregularidad y la aparente rudeza de los sillares está muy en consonancia con el conjunto.
Los muros laterales se prolongan hasta la ampliación de la gran nave. Los fustes carecen de basamenta. Los motivos de los capiteles son torpes, aunque más menudos que los de la cripta y vemos: bulbos, volutas, estrías, etc. Capitulo aparte merecen los cimacios, cuyos motivos ornamentales son puntillados profundos, rayas caprichosas, círculos y otros temas arbitrarios. Esta cabecera es la parte más interesante del templo y una de las primeras construcciones románicas de España.


La gran nave es también románica y bastante más elevada que la cabecera. Parece como el archivo que guarda las tres naves abiertas en su fondo.
Vemos a lo largo de sus muros unos arcos de descarga, columnas de estructura gótica entreveladas con otras románicas, provistas de coronamiento gótico. Y en el muro meridional dos ventanales con columnas adosadas y bellos capiteles.

La bóveda gótica cubre con un solo arco los 14 metros de anchura de la nave. Es una de las ojivas más bellas de Navarra.


Pudo ser consagrada en 1098. Y, juntamente con una parte mínima de la Porta Speciosa, debió formar un conjunto de tres naves, unidas a la cabecera, cubiertas con un techado de madera

Sus nervios están estupendamente labrados y solamente en las claves aparecen motivos ornamentales, siempre de tipo heráldico.

Además de todo lo reseñado, llama la atención: la imagen de Santa Maria de Leyre, que preside la iglesia desde el ábside central.


Una talla de Cristo muerto en la cruz (siglo XIV) en uno de los arcos de descarga del muro Norte.

El panteón de los reyes de Navarra, también en el muro Norte, en un arcosolio que cierra una fuerte verja del siglo XIV.


Y en el muro Meridional una portada románica de severa belleza, en cuyo tímpano luce un crismón de estilo netamente jacobeo (siglo XII) y que da paso a una pequeña capilla en la que puede admirarse su bóveda gótica (siglo XV) y un bello retablo del siglo XVII dedicado a las Santas Nunilo y Alodia.

ESPERO QUE PRONTO LO VISITEIS Y DISFRUTEIS DEL GREGORIANO, COMO YO LO HICE.
En la propia Hospedería os facilitan los horarios de los oficios litúrgicos.






























viernes, 28 de diciembre de 2007

EL TORCAL DE ANTEQUERA

Navegando por el Mar de Tethys
Este itinerario que hoy os propongo, recorre uno de los parajes kársticos(1) mejor conservados de Europa. Está clasificado como Parque Natural desde el año 1978, si bien ya en 1929 había sido declarado Sitio Natural de Interés Nacional. Dentro del entorno del parque se tiene constancia del paso de diferentes civilizaciones, desde el Paleolítico a la actualidad, incluyendo a íbe­ros, romanos y musulmanes.
El itinerario pasa próximo al punto más alto de la Sierra del Torcal, el camorro de Siete Mesas, con 1.336 m. de altitud y nos lleva a observar al Norte toda la vega de Antequera y al Sur parte del valle del río de Campanillas, afluente del Guadalhorce.


Para llegar saldremos por la autovía dirección Antequera y una vez allí tomamos hacia el Sur la carretera comarcal C-3.310, que parte del centro y a 13 Kms, alcanzamos el Parque Natural.
También se puede llegar desde Málaga tomando el desvío a Casabermeja. Allí siguiendo paralelo a la autovía hacia el norte llegamos a un cruce, que a la derecha nos llevaría hacia Colmenar. Nosotros tomaremos a la izquierda la MA-436; tras 6 Kms al llegar a otro cruce tomamos, esta vez, a la derecha, dirección Villanueva de la Concepción. Una vez en el pueblo, se atraviesa y a la salida tomamos hacia El Torcal.


Al llegar al aparcamiento y antes del Centro de Recepción, en la zona Norte comienza el re­corrido que haremos por el Torcal, corresponde a la ruta amarilla, que en su comienzo y en el final coincide con la ruta verde.


No es difícil ver el sitio porque hay un panel informativo, cuya foto incluyo en la crónica. Una vez más y como base del relato tomaré las referencias, contenidas en el libro “Por los Caminos de Málaga”.



Siguiendo las indicaciones de las flechas verdes, en unos casos y amarillas en otros, iremos atravesando la primera dolina (depresiones del terreno, con fondos de arcilla).


Se llega al “macetón” una gran roca con una enorme hiedra encima situada a la izquierda del cami­no, a unos 300 m. del aparcamiento.


Algo más allá del “macetón” el camino describe una curva de 90° a la izquierda para después bajar, volver a subir y llegar, a los 350 m. a un gran arce.


A continuación el camino se bifurca, separándose aquí la ruta verde de la amarilla. Seguimos por la ruta amarilla, apenas indicada, dejan­do a la izquierda la anterior.



A algo menos de 100 m. pasamos por el Portillo de la Losa. A unos 60 m. el camino no queda bien definido, pero continuamos por la derecha, para llegar, a unos 270 m. del portillo, al “callejón oscuro”.


Al final hay una fuerte, pero corta subida a partir de la cual hay otro giro de 90° hacia la izquierda y se llega a un llano que es una uvala (depresión de mayor tamaño que la dolina), donde se encuentra la figura de la “jarra”.

Continuamos por el camino bien marcado para después de una fuerte bajada llegar a otra dolina al final de la cual se puede ver una flecha amarilla.


Subimos y tras unos 120 m. encontramos un majuelo en medio del camino; aquí habrá que tener cuidado porque hay que hacer un giro de 90° a la izquierda e introducirse por una grieta estrecha en la roca: está marcado por otra flecha amarilla.

Se recorre el “callejón del tabaco”, similar al anterior, con hiedras, espinos y zarzas, y llega a una uvala, a unos 430 m., con las figuras del “camello”, “el adelantado” y “el agrasol”.


Recorremos la uvala y al pasar debajo de un gran arce se inicia una subida y después de llanear, a unos 240 m. se llega al “hoyo de la burra” donde se encuentra el entronque con la ruta verde. Bajamos al hoyo y continuamos por la pared derecha siguiendo ya las estacas verdes.

El camino vuelve a subir para acceder al “hoyo de las ventanillas”. Antes de iniciar la bajada dejamos las flechas verdes para continuar por las amarillas que nos llevarán a las “ventanillas”, pasando por encima de los estratos horizontales que se observan en la pared Sur (a la derecha) del hoyo. Las “ventanillas” es un mirador natural sobre la cabecera del río Campanillas, desde aquí regresamos al albergue.

Formación geológica

El Torcal tiene una extensión de unos 20 kms. cuadrados. Al igual que las cercanas sierras de las Cabras, Camarolos, etc., está constituido por materiales calizos de la Era Secundaria concretamente del periodo Jurásico (hace unos 150 millones de años).
Estos materiales se depositaron en una amplia zona marina que durante toda la era secundaria se extendía de Este a Oeste, por lo que actualmente es Andalucía, al parecer correspondía al mar de Tethys, separando el borde de la Meseta española del macizo montañoso de Sierra Nevada, posiblemente unida al continente africano. Esta zona marina actuaba como un estrecho, poniendo en comunicación las aguas del Atlántico con las del Mediterráneo, yendo desde el actual golfo de Cádiz hasta Alicante.
A comienzos de la Era Terciaria se produce los plegamientos Alpinos, comprimiéndose esta zona por el empuje de la Placa Africana sobre la Euroasiática. Como consecuencia de esto, los estratos se pliegan y emergen de las aguas.
Se origina un pliegue en forma de champiñón con los estratos en el centro dispuestos horizontalmente. Las fuerzas que actúan tanto de comprensión como de distensión, provocan que éstos se fracturen produciendo fallas y diaclasas. Estas estructuras facilitan la disolución de las calizas por el ácido carbónico que se origina al reaccionar el agua con el anhídrido carbónico del aire.
Han tenido lugar también procesos de gelifracción, al haber estado la zona dentro del área de clima periglacial durante las dos últimas glaciaciones del Cuaternario. Todo esto hace que se den en la zona las típicas formaciones de los karst: dolinas, uvalas, callejones, simas, etc. No todos los estratos tienen la misma consistencia, por lo tanto, los más débiles se erosionan más rápido, originándose las estructuras en “bollo”. La disolución de las calizas da lugar a suelos del tipo “terra-rossa” que se depositan en el fondo de las dolinas, callejones, etc.



La flora del Torcal

La riqueza en especies botánicas es considerable, habiendose constatado en la sierra, al menos 600 especies de plantas, agrupadas en casi un centenar de familias.
En la Sierra del Torcal hay una gran nubosidad y pluviosidad debido a la dirección de los vientos dominantes Sur-Este, lo que favorece el desarrollo de una vegetación muy característica; así podemos encontrar, entre las grietas, helechos como el culantrillo y la doradilla. Colgando de algunas encinas se pueden observar unos filamentos con aspecto de barbas que son líquenes del género Usnea.
Entre los árboles, podemos destacar el majuelo o espino albar (Crataegus monogyna), quizás el más abundante y que no es difícil reconocer. En primavera se cargan de flores blancas, con 5 pétalos y en otoño-invierno aparecen unos frutos característicos por su intenso color rojo de pequeño tamaño. Su madera es muy dura y se ha empleado desde la época romana para fabricar bastones (su nombre viene del griego Krataios, que significa fuerte).
Existen también arces, encinas y quejigos; con porte arbustivo podemos distinguir a la coscoja, el endrino y la hiedra. Distribuida por todo el Torcal aparece la hierba ballestera y la peonía.


Si observamos más detenidamente los majuelos, podemos apreciar en sus ramas una planta parásita, el muérdago (Viscum album). De entre los endemismos del Torcal citaremos el lepidio (Lepidium subulatum) y una especie de las linarias. También encontramos una gran variedad de orquídeas. Por último nombramos como planta predominante en algunos puntos del matorral el matagallo, los tomillos y las genistas.
La fauna
La fauna existente es la típica del biotopo rocoso. Dentro de los reptiles se han citado a la salamanquesa, el lagarto ocelado, la víbora hocicuda, la culebra bastarda, la culebrilla ciega, etc.
La representación de los mamíferos la constituyen el zorro, el lirón careto, el conejo, el tejón, la comadreja, la musaraña y más raramente la cabra montes.
Ya más fáciles de ver son las aves, podremos encontrarnos al cernícalo vulgar, la chova piquirroja, la collalba negra, la grajilla y a lo lejos con su parsimonioso vuelo al buitre leonado.

También pueden encontrarse en la zona restos fósiles de los animales marinos que allí existieron. Los más comunes son los amonites que eran un grupo de moluscos cefalópodos que existieron en los mares desde el Devónico hasta el Cretácico. Comprende cuatro subórdenes: phylloceratina, lytoceratina, ammonitina y ancyloceratina. Gracias a su rápida evolución y distribución mundial es un excelente fósil para la datación de rocas (fósil guía).


(1) El proceso de erosión kárstica

Un carst se produce por disolución indirecta del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas El proceso es relativamente simple: el anhídrido carbónico de la atmósfera se combina con el agua de lluvia para formar ácido carbónico, que ataca al carbonato cálcico de las margas (que no es soluble en el agua) y lo convierte en bicarbonato cálcico, que sí es soluble en el agua, por lo que queda libre la arcilla, la cual se deposita en las zonas bajas del relieve formando cubetas de terrarossa (término italiano que significa tierra roja) llamadas dolinas, que cuando tienen forma ovalada y sinuosa se llaman uvalas. La unión de varias uvalas forman los poljés.
La terrarossa es, por lo tanto, una arcilla de descalcificación y presenta una gran fertilidad en lo que respecta a su aprovechamiento agrícola.






















jueves, 20 de diciembre de 2007

MI VIAJE "INVENTADO" A BELEN

A Belén pastores, a Belén chiquitos.
Hoy el viaje que os voy a contar no lo he hecho, ni nunca lo voy a hacer, pero confieso que siempre me hubiera gustado poderlo realizar, sobretodo de niño.
Pero la fantasía no tiene límites, así que os lo voy a contar como si lo hubiera hecho.
Fue hace mucho tiempo. Nos dijeron que en Palestina había ocurrido. Al parecer un ángel se ha aparecido y ha anunciado que un niño va a nacer y que ese niño, es el Mesías que la humanidad lleva esperando muchos años.

Pensamos ir a verlo, porque la cosa merecía la pena. Nos pusimos en camino, con un par de burros y un mulo para el equipaje. Creíamos que el viaje iba a ser muy pesado pero se nos pasó volando, charloteando con las gentes que encontrábamos en el camino, porque igual que nosotros mucha gente tenía curiosidad por saber del asunto y se nos unió en el viaje.

Hacia Belén va una burra, ring ring, yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un remiendo, yo me lo quité, cargada de chocolate. Lleva su chocolatera…..

A medida que nos acercábamos nos iban dando más noticias; así supimos que la madre es una muchacha de Nazaret, un pueblo de Galilea, que está en un estado avanzado de embarazo. Dicen que se llama María, aunque por allí la llaman Miriam. Es la niña de Joaquín, el marido de Ana, la costurera; una familia muy religiosa y la niña muy buena y muy piadosa. Según dicen Dios la ha elegido como la madre de su Hijo.
Al llegar nos enteramos que María estaba casada y que su marido es un buen hombre: José, de la familia de los de David. Es un poco mayor para ella, pero muy trabajador y se gana bien la vida con la carpintería.

María, María, ven acá corriendo que el chocolatillo se lo están comiendo. María, María, ven acá volando que el chocolatillo se lo están llevando

Resulta que por allí andan los romanos haciendo de las suyas y al parecer quieren actualizar el padrón. Cesar Augusto ha dado orden de que todos vayan a empadronarse, cada cual a la ciudad de su estirpe. Así como José era de la familia de David, tuvieron que ir a Belén, pueblo de Judea.
Y allí nos fuimos con ellos.
Como digo, María estaba ya muy avanzada en su embarazo y era problemático ponerse en viaje, pero la orden era para todos y había que cumplirla. Así que allí se fueron y como era de temer se puso de parto.

Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar.

José empezó a buscar un sitio para que diera a luz cómodamente, pero el pueblo estaba lleno de tanta gente que era imposible encontrar nada. Al final la cosa se precipitó y en el establo de un pariente allí dio a luz a un hermoso niño, pero gracias a Dios todo fue muy bien y tanto el niño como la madre están en perfecto estado.

¡Ay! del chiquirritin, chiquirriquitin, metidito entre pajas, ¡ay! del chiquirritin, chiquirriquitin, queridi, queridito del alma

Como es natural se corrió la voz y todo el mundo quiere ir a ver al niño y le llevan regalos de todo tipo, miel, corderillos, conejos, leche de las cabras, en fin que María no sabe donde va a poner tanta cosa.

No he dicho que un ángel de Dios se ha encargado de ir anunciándolo a los pastores y todos quieren venir al portal a adorarlo. Así que aquello era un jubileo. Menos mal que el niño es buenísimo y no llora nunca. Al contrario está encantado porque todo el que llega le dice algo y se ríe muchísimo.

A Belén pastores, a Belén chiquitos que ha nacido el rey de los angelitos….
Por otro lado los pastores han hecho con el pellejo de las cabras y una maceta sin culo un artilugio, ellos le llaman zambomba y aquello hace un ruido terrible y con eso se acompañan para cantarle al niño. Al principio se asustaba pero ahora está encantado hasta el punto de que cuando se callan empieza a pujar y otra vez con el sonsonete y zambombazo va y zambombazo viene.
Otros le han puesto el pellejo a un bastidor de bordar y también lo golpean, le llaman pandero.
Con las botellas de aguardiente y un palo también hacen ruido.
Las chapas de los tapones de las botellas las aplastan y con un clavo le hacen un agujero y las van clavando en una madera y se han preparado lo que llaman una sonaja y aquello es un no parar.
Dale a la zambomba, dale al almirez y dale al pandero que suene muy bien
¿Qué como lo llevan los padres? Pues si te soy sincero José lo lleva regular porque aunque ya por la edad está un poco durillo de oído, sin embargo arman tanto follón que de vez en cuando los manda callar y que se den una vueltecita porque le ponen la cabeza como un bombo.
María lo lleva mejor, pensad que ella es una chiquilla y además le encanta que venga a ver al niño y le digan cosas: que si hay que ver lo guapo que es, que si está muy espabilado o que si tiene toda la cara de la madre.
José va a salir porque les quiere reñir, cien cien cien angelitos van a Belen



Claro que a quien se va a parecer sino a la madre, porque no os he dicho hasta ahora que el niño no es de José. Según parece Dios le avisó a María que quería que ella fuese la madre de su Hijo. Que su Espirito Santo la haría concebir un niño. Ella se escandalizó y le dijo al ángel que cómo iba a decírselo a José. El ángel la tranquilizó y le dijo que no se preocupara que hablaría con él y le explicaría. Maria ya más tranquila le dijo que muy bien que estaba dispuesta a hacer lo que Dios quisiera y así fue como se quedó embarazada.




San José tenia celos del preñao de María y cuando el niño ha nacido la baba se le caía. Ande, ande, ande la marimorena, ande, ande, ande que es la Nochebuena
En aquellos días hacía frío y con las prisas María se dejó el atillo en Nazaret y se encontró sin nada que ponerle al niño, pero por suerte las vecinas le llevaron unos pañales y algo de ropa.
También para que se entonaran otras vecinas llevaron un caldito calentito para los padres.


Además por allí hay una mula y un buey que les dan calorcito, aunque como no paran de entrar y salir se les va todo el calor afuera.

Entre un buey y una mula Dios ha nacido y en un pobre pesebre lo han recogido.



Por su parte y para que el niño no ande por el suelo lo han puesto de momento en uno de los pesebres con unas pajitas para que esté cómodo. San José como buen carpintero ha comprado unas maderas, a un amigo que también tiene carpintería y ya le está preparando una cunita que yo creo que en cuanto la encole va a quedar muy bien.


San José era carpintero y le hizo con cariño a la Virgen un costurero y una cuna para el Niño.


Nosotros ya llevábamos allí varios días y ya teníamos que pensar en venirnos.
Así que nos despedimos de todos y nos pusimos en camino para volver a casa.


Por otros que se quedaron más tiempo, hemos sabido que después de venir nosotros llegaron, en camellos y con muchos criados unos señores que decían que eran los Reyes Magos y se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.


Ya vienen los Reyes por el arenal, ya le traen al niño una torre real. Pampanitos verdes, hojas de limón, la Virgen María madre del Señor



Venían de Oriente y llegaron a Jerusalén preguntando por el rey de los judíos. Herodes, que entonces era el rey, se alarmó y los mandó llamar. Ellos le contaron que habían tenido una revelación, que una estrella los guiaría hasta el lugar y querían venir a adorarlo. Herodes, de forma sibilina y con no muy buenas intenciones les dijo que cuando lo encontraran le avisaran porque también él quería ir a adorarlo.




Siguieron a la estrella que los llevó hasta el portal y allí le dieron al niño unos regalos: oro, incienso y mirra.

Cuando volvían a sus países y como no se fiaban de Herodes, tiraron por otro sitio, para no tener que decirle donde estaba el niño.



Herodes cogió un buen rebote cuando vio que los Magos no volvían. Decidió que una forma de garantizar que el niño no reinase era matando a todos los niños pequeños y así dio orden de matar a todos los menores de 2 años.

Un ángel avisó a José y María de lo que pasaba y rápidamente se pusieron en camino y huyeron hacía Egipto, donde estuvieron hasta que se murió Herodes.

Volvieron, pero para evitar problemas, en lugar de ir a vivir a Belén, se instalaron en Nazaret.



Después ya no supimos mucho de la “Sagrada Familia”
El viaje fue apasionante.

Aquí termino mi relato que espero que os haya gustado. Las fotos son de mi nacimiento. Si queréis venir a verlo tendré mucho gusto en enseñaroslo.






¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!!